Singladura

Bote ballenero

Carlos Ortega Navarcorena.

Pamplona 1944

La afición que tengo por los barcos se remonta a mi infancia. Desde muy pequeño me entretenía haciendo barquitos con trozos de maderas que encontraba en los paseos; cosas de niño a las que no daba importancia, pero que con el paso del tiempo fueron tomando forma.

A la edad de 15 años llegaron a mis manos unas revistas argentinas, que todavía conservo. En ellas se explicaba, entre otras cosas, cómo realizar pequeñas embarcaciones.

Con ellas comencé a realizar pequeñas embarcaciones, siguiendo las instrucciones y aportando una buena dosis de imaginación. Desde la distancia de los años mi desconocimiento del medio es patente. Realicé cuatro o cinco pequeñas embarcaciones, de las cuales solo conservo dos.

Mi vida laboral ha estado relacionada con la madera. Me formé como dorador, tallista, ebanista y restaurador, profesión a la que he dedicado casi cincuenta años de mi vida. En la actualidad disfruto de una bien merecida jubilación.

Van pasando los años, y hacia 1982 comencé tímidamente mi andadura por el mundo del modelismo naval. Al principio, como la mayoría de los modelistas, hice un par de embarcaciones partiendo de kits comerciales. En este momento volvió a aflorar mi pasión por los barcos y dejé de realizar barcos de kits . Empecé a visionar y estudiar planos, revistas, libros; retomé las revistas que tenía arrinconadas y comencé mi verdadera singladura como modelista, realizando las embarcaciones a partir de planos.

Entre 1988/89 hice el Clermont , con planos de la revista Hobby . Resultó todo un reto: realicé la maquinaria en chapa, tanto la caldera como los engranajes; y conseguí darle movimiento de forma manual.

Mis conocimientos de los diferentes tipos de maderas, y su comportamiento al trabajarla, ha supuesto una ventaja como modelista. En este sentido me considero privilegiado.

Aunque considero que el conocer y saber de maderas es importante, no lo es todo en el modelismo. Un modelista, según mi opinión, debe tener una formación muy versátil: interpretar planos, conocer los tipos de embarcaciones y los sistemas de construcción naval a lo largo de la historia. Debe también conocer los materiales y su respuesta: maderas, metales, pinturas, barnices, resinas, así como todo tipo de acabado a emplear en los modelos navales.

Mi forma de trabajar es lenta, soy muy meticuloso y exigente a la hora de reproducir un barco. Antes de comenzar un barco necesito conocer y meterme dentro del modelo que voy a realizar.

Paso mucho tiempo documentándome, estudiando la época, historia, trayectoria y destino del barco. Consulto y contrasto planos, libros, fotografías, investigo en museos y recabo información de personas cualificadas. Viajo por museos navales, astilleros, puertos y bocanas buscando todo tipo de información. Doy mucha importancia a los planos por lo que los intento conseguir originales, bien de museos o de astilleros.

La elección del material también me lleva tiempo. Los modelos que realizo son de pequeño tamaño y trato de adecuar el material, con su morfología y características a la escala del modelo para no caer en aberraciones.

Trabajo sin fecha de terminación, despacio, pues no me importa repetir una pieza las veces que sea necesario hasta considerar que el trabajo está bien realizado. Me recreo en lo que hago y no importa el tiempo que invierta sino la veracidad del modelo con relación al original. La satisfacción del trabajo bien hecho es mi máxima recompensa.

Premios y reconocimientos.

2009

Medalla de Oro, II Concurso Modelismo Naval. AMONAVAL.
Villa de Laredo. (Cantabria). (Canot Imperial)

2009

4º Clasificado en los 8 Sillones.
Madrid. (Bote ballenero)

2008

5º Clasificado en los 8 Sillones.
Madrid. (Valenciaga)